Quien controla a la juventud, controla el futuro. (Adolfo Hitler)
Bajo La apariencia de enseñar un pensamiento mundial, hay un creciente elemento en el movimiento educacional global que quiere que los niños adopten La filosofía místico/ocultista de Oriente. La educación global supuestamente es para enseñar a los niños que ellos son «ciudadanos» de una aldea universal. Educadores místicos globales van más allá de los asuntos políticos, económicos, y tecnológicos hasta incursionar en lo que ellos llaman «consciencia planetaria». Este «mas alto nivel» de la conexión global dicen ellos, traerá al mundo paz y prosperidad (Eric Buehrer, Asociación nacional de educadores cristianos).
La tarea de UNESCO... es ayudar a la aparición de una cultura mundial única con su propia filosofía , ideas y con su propio proposito. Julian Huxley, el primer jefe de la UNESCO, 1947
El objetivo de la educación ha cambiado, nuestras escuelas públicas ya no enseñan la clase de alfabetización, historia, matemáticas y moral antes consideramas esenciales a la ciudadanía responsable. El nuevo programa infiltrado en nuestras escuelas está diseñado para formar una nueva generación de estudiantes "progresistas" posmodernos, programados a creer cualquier cosa que puede servir un determinado "bien común".
Si los educadores tienen éxito, los estudiantes del futuro no tendrán los estudios ni la libertad necesaria para el pensamiento independiente. Su "common core" se basará en una agenda colectiva global, no en la democracia occidental o valores cristianos.
Una engañosa esperanza está surgiendo a través de nuestra sociedad de hoy: ¡Podemos hacerlo! Podemos recrear la tierra y completar el proceso evolutivo. Cuando eliminemos las barreras nacionales, seremos uno. Al unir las conciencias alrededor del mundo, podemos llegar a ser una súper raza, la verdadera familia mundial de Dios.
Las semillas de este sueño utópico fueron sembradas por John Dewey. Alimentado por la calurosa amistad entre la humanista NEA y la UNESCO, el concepto de unidad mundial echo sus raíces bien profundamente en cada nivel de la educación publica. En su libro sobre educación global, New Genesis: Snaping a Global Spiritualy [Un nuevo génesis: Modelando una espiritualidad global], el doctor Robert Muller, subsecretario de la UNESCO (Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas), desenmascara el carácter espiritual del movimiento:
A escala universal, el género humano está buscando nada menos que su reunión con lo «divino», su trascendencia hacia siempre formas de vida más alta. Los hindúes llaman a nuestra tierra Brahma, o Dios, porque ellos precisamente no ven diferencia entre nuestra tierra y lo divino. Esta vieja y simple verdad esta apareciendo lentamente de nuevo en la humanidad[. . .] mientras estamos a punto de entrar a nuestra era cósmica y llegar a ser lo que siempre quisimos ser: el planeta de Dios.
Berit Kjos
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