viernes, 18 de septiembre de 2015

El ANTICRISTO

Preguntas:

¿Cuáles son los nombres o títulos por los cuales es designado el Anticristo en las Escrituras?

¿Será judío o de las na­ciones? 

¿qué relaciones tendrá con el imperio romano res­tablecido?



Respuesta: Consideremos esta pregunta, que nos permitirá volver so­bre los nombres o calificativos de Anticristo. La Palabra habla del Anticristo designándole por los nombres siguientes:

1º. El Anticristo. Este nombre se halla solamente en las epístolas de Juan, y caracteriza al Adversario desde el punto de vista religioso "niega al Padre y al Hijo" (1ª. Juan 2: 18-22).

2º. El hombre de pecado (2ª. Tesalonicenses 2:3). To­das las formas de la iniquidad se hallarán manifestadas en un hombre; dicho de otra manera: el pecado será concen­trado en un solo individuo, llamado aquí "el hombre de pe­cado".

3º. Es llamado también "El Hijo de perdición" (2ª. Tesalonicenses 2:3), expresión muy significativa, que recuerda su origen y su fin espantoso.

4º. El inicuo, es decir, aquel que es 'sin ley, sin freno', "el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios" (2ª. Tesalonicenses 2:8 y 2:4); es la personificación del egoísmo. ¡Qué con­traste cuando pensamos en Aquél que no buscaba nunca satis­facer Su voluntad propia, y sí hacía siempre lo que le agra­daba al Padre!

5º. Otra bestia (Apocalipsis 13: 11-16). Imita el poder y el ca­rácter de Cristo; tiene cuernos como un cordero, pero sus pa­labras son la expresión de una influencia satánica: "hablaba como un dragón".

6º. El falso profeta (Apocalipsis 16:13 y 19:20), que se hace pasar por la boca de Dios hablando al Israel apóstata.

7º. Pastor insensato, y pastor inútil (Zacarías 11: 15-17). En vez de cuidar del ganado, este pastor le dejará, le tratará con crueldad —justo castigo de Israel, que ha recha­zado a Jehová, su Pastor y su Rey. La espada quebrantará el poder y la inteligencia del pastor inútil, pues caerá so­bre "su brazo, y su ojo derecho".

8º. El hombre sanguinario y engañador (Salmo 5:6). Este calificativo, y algunos otros, son dados al Anticristo en los Salmos; son títulos y nombres cuya significación es bien evidente.

9º. El Rey (Daniel 11:36). Reviste este carácter en Pa­lestina.

¿Será judío o de las na­ciones? Para contestar a la segunda parte de esta pregunta, observemos, en primer lugar, que el Anticristo no es un sistema, ni un principio, sino una persona. No podrá ser gentil (de las naciones); de otro modo ¿cómo le recibirían en Judea como al Me­sías? Daniel 11:37 prueba que será judío: "No hará caso del dios de sus padres, ni del más apreciado por las mujeres." (Daniel 11:37 – RVR1865). Para aclarar este versículo, recordemos que de todos los pueblos de la tierra, sólo los judíos tenían una reli­gión tradicional (Romanos 9: 3-5); no era el caso de los gen­tiles, de los cuales la Palabra habla de manera muy diferente (Efesios 2:12). Recordemos también que lo que deseaba ante todo una mujer piadosa en Judea, era llegar a ser la madre del Mesías. En consecuencia, una mujer israelita consideraba como una deshonra el hecho de no ser madre. Este versículo de Daniel 11:37 nos autoriza, pues, a afirmar que el Anticristo será un judío.

En cuanto a las relaciones que tendrá el Anticristo con el imperio romano restablecido, en Apocalipsis 13, vemos dos bestias, dos grandes poten­cias. Se ve perfectamente, en este capítulo, qué clase de relacio­nes hay entre ellas, y cómo se diferencian. Una de ellas sube del mar, otra de la tierra (Apocalipsis 13: 1 y 11); la primera es la mis­ma que el pequeño cuerno de Daniel capítulo 7. Esta bestia, que pronuncia blasfemias, es la verdadera expresión de la maldad y del poder de Satanás. El príncipe de este mundo encontrará a uno que estará dispuesto a recibir de sus manos los reinos del mundo, reino que Cristo había rehusado (Lucas 4: 5-8). El representante gentil de Satanás, se verá obligado a rendirle homenaje. Pero —aunque el poder esté en manos de la pri­mera bestia— será la segunda bestia quien lo ejercerá comple­tamente. Será esta segunda bestia, o Anticristo, la que imitará las funciones reales y sacerdotales de Cristo, y que cumplirá efectivamente grandes milagros, hasta hacer que el mundo ado­re a la primera Bestia, es decir, a la potencia Imperial blasfemadora. De modo que, mientras que un gentil ocupa el trono del mun­do en posesión del poder de Satanás, este poder estará en manos de la segunda Bestia (Apocalipsis 13:12). "Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella." Esta otra "bestia", el Anticristo, fue llamada con razón 'la teniente de la primera Bestia' (Teniente: Persona que ejerce el cargo o ministerio de otra, y es sustituta suya. Ej.: Teniente de alcalde. Fuente: Diccionario de la Lengua Española – RAE). Asociadas en su maldad para obrar el mal, tendrán el mismo fin. Ambas, la Bestia y el falso profeta, serán lan­zados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre (Apocalipsis 19:20).

Traducido de "Le Messager Evangélique"

Revista "Vida Cristiana", Año 1965, No. 76.-

http://www.graciayverdad.net/

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