En The Circle Maker [El Hacedor de Círculos], el pastor Mark Batterson comparte ideas de gran alcance de la verdadera leyenda de Honi el fabricante del círculo, un sabio judío del siglo primero cuya oración audaz puso fin a una sequía y salvó a una generación. Con la inspiración de sus propias experiencias como un fabricante de círculo, Batterson te enseñará a orar de una manera nueva trazando círculos de oración alrededor de tus sueños, tu familia, tus problemas y lo más importante, las promesas de Dios. En el proceso, descubrirá esta verdad simple pero que transforma la vida.
Hay numerosas banderas rojas en esta breve reseña. Dos que deben tenerse en cuenta de inmediato es que el autor esta “inspirándose en sus propias experiencias,” no de la Escritura. Experiencias no son inspiradas, la Biblia sí. Por lo tanto la experiencia personal, no respaldada por la Palabra, es de poco valor a lo mucho y altamente peligrosa y destructiva a veces. Nunca debemos basar nuestras vidas y la teología en la experiencia sino en la verdad revelada de Dios. En segundo lugar está la palabra "nuevo". Batterson nos ofrece una manera "nueva" de orar, lo que significa que no se enseña en las Escrituras. Cuando alguien nos ofrece algo nuevo como una forma de vivir la vida cristiana, el creyente sabio huye hacia otro lado. Si es nuevo, no es de Dios. Si el Señor nos quisiera incorporar algo en nuestras vidas El lo revelarí en la Biblia. El Círculo Maker es muy similar a La oración de Jabes. Ambos prometen milagros si vamos a seguir las poco conocidas y oscuras oraciones encontradas en el pasado. A pesar de que estas oraciones no se enseñan u ordenan en las Escrituras, y ni siquiera son tomadas de la Escritura como en el caso de Honi, un sistema único de oración se basa en estas historias. No debe tomar mucho a un teólogo, o incluso un cristiano muy maduro, en darse cuenta de que algo anda mal con trazar círculos como parte de nuestra vida de oración, y sobre todo hacer promesas extravagantes en conexión con este método.
A continuación se presentan algunas preocupaciones sobre el enfoque de Batterson a la Escritura y sus enseñanzas teológicas, además del hecho de que toda la metodología del círculo de oración se basa en un antiguo mito y no en la Escritura:
- Se nos dice que todas las promesas en la Biblia son nuestras para reclamarse, sin importar el contexto. Por ejemplo, Batterson estaba leyendo el libro de Josué en relación con la promesa del Señor a Josué que le iba a dar "cada pulgada cuadrada de tierra sobre la que ponga el pie – tal como lo prometí a Moisés." Mientras leía esta promesa dada específicamente a un personaje bíblico sintió que Dios lo quería reclamar por derecho la tierra que él creyó que Dios le estaba dando a él y su iglesia (Pág. 17) estaba dando. Tal mal uso de la Escritura y la apropiación indebida de las promesas bíblicas a otros, pero afirmandolas para sí mismo, se encuentran en todo el libro (ver págs. 15, 41, 53-55, 59, 89-90, 100-101, 128, 131, 151, 199). Batterson está incluso dispuesto a traducir mal las Escrituras para afirmar su punto. El ejemplo más flagrante es Habacuc 2:1, en el que el autor inserta "círculo" en el versículo para apoyar su teología, la traduciéndolo: “yo estaré en mi puesto de guardia, y sobre la formate me podnrá dentro de un círculo” (p 159.). La LBLA dice: "Estaré en mi puesto de guardia, y sobre la fortaleza me pondré; velaré para ver lo que El me dice…” Batterson afirma que Habacuc y este texto fueron la inspiración para Honi: “Su inspiración para el círculo de oración fue Habacuc. Él simplemente hizo lo que el profeta Habacuc había hecho” (p. 159). Esto no es verdad con claridad. En ningún momento el profeta del Antiguo Testamento (o cualquier otro personaje en la Escritura) trazó un círculo y luego entró en él para orar.
- La teología de la prosperidad abunda. Además del uso constante de la palabra milagro para describir las respuestas a la oración, declaraciones como las siguientes son comunes: "Estoy seguro de que usted estará a sólo una oración de distancia de un sueño cumplido, una promesa cumplida, o un milagro realizado" ( p. 15), y "[Dios] le permite que nuestros pequeños planes fallen para que Su gran sueño por nosotros puede prevalecer" (p. 71). Tampoco estos son meros eslóganes de porristas que se hacen eco de la predicación de Joel Osteen y otros maestros de la prosperidad, (pp 15, 51, 71, 180-188, 197-198.); Batterson obviamente abraza la teología detrás del evangelio de la prosperidad, que es la visualización más fe, más verbalización da como resultado los milagros. En un momento le dice a sus lectores que registren su visión (visualización), tengan fe y verbalicen (pp. 184-185).
- Siguiendo los métodos de prosperidad, Agrega que trazar un círculo y entrar en él en oración son las claves para obtener lo que queremos de Dios. Batterson a menudo promete que dibujando círculos alrededor de lo que queremos dará lugar a milagros y sueños cumplidos (EGP 16). Después de todo, "Dios lo dijo, lo rodeó en circulo, y eso lo establece" (p. 94). Esta cita se encuentra en el contexto de una historia de un niño que no puede hablar. Un pastor clamó Isaías 59:21 como una promesa de Dios de que algún día el niño sería capaz de hablar. Al parecer, la promesa no se había cumplido diez años más tarde, pero sus padres la habían encerrado en circulo en su Biblia y estaban convencidos de que Dios un día cumpliría Su promesa. La tragedia de aceptar falsas enseñanzas se vuelve real cuando se lee una historia como esta. Es más que un poco irritante que la gente compre estos engaños; rompe el corazón (cf. pp. 23, 37, 64, 79 a 80, 129, 138).
- Gran parte de la comprensión de Batterson acerca de cómo Dios nos dirige se basa en la idea de que el Señor va a hablar con nosotros directamente, aparte de las Escrituras. Batterson nos asegura que debemos esperar que Dios nos impulsará regularmente, dándonos revelaciones que llevan todo el peso de Sus promesas. Esta son promesas subjetivas que podemos reclamar, no sólo las promesas bíblicas. Además de la historia anterior, podemos esperar que Dios nos dé el nombre de nuestro hijo (Pág. 26), definir nuestro propósito específico en la vida (p. 29), nos da revelación acerca de la compra de una propiedad (pp.40-41 , 107), nos muestra cuánto dinero nos dará (pp. 63, 67-68), y nos dice cuándo tomar calcetines de lana para trabajar (p.115). Él de vez en cuando nos dirá que predicar (p. 131) y nos hará hacer llamadas telefónicas (pp. 200-202). Y a pesar de que no hay ninguna manera clara en que estas llamadas voces pueden discernirse que sean del Señor (algo que él admite), todavía tenemos que obedecer estos impulsos como lo haríamos con la Escritura (pp. 117 hasta 121, 125, cf . p. 208).
Círculos de Oración
Por Gary E. Gilley
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