valora aquellas cosas por las cuales vivimos. Esto tiene que ver con lo que es central en nuestra vida. Si procuramos apilar riquezas sobre la tierra, entonces eso nos consumirá interiormente.
¡Y por favor no nos equivoquemos aquí! No podemos vivir para las riquezas terrenales y para los tesoros celestiales al mismo tiempo. Jesús enseñó esto con la ilustración del ojo humano. El ojo es la lámpara del cuerpo. Es a través del ojo que la luz entra en el cuerpo y guía a la persona. Si el ojo está en la luz, es decir que es saludable, entonces la persona ve claramente hacia dónde ir. Si el ojo es malvado, es decir que está enfermo, el camino por delante es borroso e incierto.
El significado espiritual es el siguiente: El ojo que está en luz representa la detenu i nación de vivir por los tesoros celestiales únicamente. La persona que almacena sus tesoros en el cielo nunca carecerá la guía de Dios. El ojo en tinieblas representa el deseo de vivir para ambos mundos, de tener tesoros en ambos lugares. La persona que tiene una doble motivación experimentará una oscuridad
espiritual. Carecerá una clara dirección de parte de Dios. De hecho, su oscuridad será mayor que la de la persona que nunca tuvo luz sobre este tema. Es mejor no haber conocido la enseñanza del Salvador de amontonar tesoros en el cielo que haberla conocido y rechazado. "La luz rechazada es la luz negada". "Y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado " (Mt. 25:29b).
William MacDonald
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