John Piper, Francis Chan, Beth Moore, LeCrae y Louie Giglio introduciendo a mas de 40,000 jovenes al lectio divina en la conferencia "passion"
El misticismo Católico es totalmente subjetivo y experimental. Al igual que su antecedente, que es el Misticismo del Oriente, afirma que Dios no puede ser conocido ni tampoco entendido a través del razonamiento humano pero puede ser solamente experimentado subjetivamente a través de varias técnicas. Es totalmente opuesto a lo que la Biblia enseña: “Vengan, pongamos las cosas en claro, dice el Señor” (Isaías 1:18); “La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento” (Proverbios 4:7). “Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda” (2 Pedro 1:3). Además la meta del misticismo es unión con Dios, como por ejemplo, la unión del alma de uno con Dios. Esto es una imposibilidad y a su vez revela las raíces del misticismo que son panteísticas, lo cual quiere decir que Dios es todo y está en todo.
‘Lectio divina’ que significa “lectura sagrada,” es una técnica que está totalmente apartada de lo que es un estudio y una lectura normal de la Biblia. Su metodología va más allá del significado objetivo de las palabras y el directo significado de ellas que nos permite absorber un conocimiento normal. Jones escribe, “Mientras usted está enfocando su mente en el profundo significado de las palabras, empiece a meditar en las sensaciones y emociones que aparecen en su mismo interior.” Después de esto él resume esta mística técnica contemplativa: “La verdadera contemplación va más allá de las palabras y del intelecto y está dirigido a ese ‘espacio estrecho’ donde tiempo y eternidad casi se tocan el uno con el otro. Es en uno de esos momentos que algunos de los santos (católicos) más grandes en la historia de la iglesia (Católica) han tenido una ‘unión mística’ con Cristo.” Está bien claro, por la Palabra de Dios, que el espíritu con quien ellos tuvieron una ‘unión mística’ en su contemplativo y alterado estado de conciencia no era Jesús.
T. A. McMahon.
Hno. Lo tremendo es la influencia tan grande que tienen hombres como Piper que se hacen llamar hombres de Dios y que supuestamente tienen sana doctrina. Pero lo que son es caballos de troya introducidos en el cristianismo para engañar al pueblo de Dios. Que triste.
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