Roger Oakland
De acuerdo con la Unión Americana de Libertades Civiles, los estudiantes en las escuelas públicas de Estados Unidos no pueden ser adoctrinados con ninguna creencia religiosa. Sin embargo, podemos documentar, cómo nuestros hijos son iniciados en el yoga y la hechicería,
Mientras que a los padres de familias se les dice que no deben alarmarse. ¿Sabía usted que tal cosa está ocurriendo? ¿Está preparado para hacer algo al respecto?
Imagine el siguiente escenario: Usted es un padre cristiano, su hijo de seis años está asistiendo a una escuela pública. Cuando llega a casa de la escuela, él en forma entusiasta le cuenta a su madre lo aprendido en la escuela ese día. El niño se sienta en el suelo y adopta una posición de yoga, luego une las palmas de sus manos a la altura del centro del pecho como si estuviera orando, explicándole a su mamá que ha aprendido a centrarse.
Una madre que asistió a un seminario que dicté en Greensville, Carolina del sur, me contó esta historia. También me dio una carta que le había enviado la escuela con su niño. Esto decía la nota: «Nuestros estudiantes están aprendiendo yoga. He aquí alguna información acerca de esta forma de ejercicio. Yoga no es una religión. Es un sistema científico de ejercicios designado a fortalecer los huesos, a estirar los músculos, masajear los órganos internos, aumentar la circulación de la sangre y desarrollar flexibilidad en las coyunturas, tendones y ligamentos. En general, el resultado de ambos, padres y niños es un penetrante sentimiento de paz, de integridad y una sensación general de bienestar».
La madre, una señora cristiana, estaba asombrada que su niño, un estudiante de la escuela pública, de hecho estuviera siendo adoctrinado en la religión oriental. Cuando se dirigió a los oficiales de la escuela, ellos insistieron en que el yoga era científico, enteramente sano y no una religión. La madre decidió investigar por sí misma. Cuando fue a internet, encontró información sobre la maestra que estaba enseñándole a su niño las técnicas de yoga. La instructora, además de enseñarle yoga a su hijo durante el día, también daba seminarios para adultos durante la noche, sobre la "filosofía" del yoga. La página de internet de la maestra, decía que los seminarios por las noches eran dictados «al aire libre alrededor del fuego sagrado, justo como lo hacían los yogas antiguos». Mientras que las clases de yoga para las escuelas públicas las clasifican como ciencia, durante la noche en los seminarios de yoga se realza "que son iluminación espiritual" para los adultos.
Ahora, por favor, razone conmigo. ¿Cómo puede la misma instructora decirle a los padres en la escuela pública que el yoga es una ciencia, cuando en su página de internet explica que el yoga es sagrado y espiritual? ¿No le parece un absurdo?
Además, tengo otra pregunta: ¿En dónde estaba la Unión Americana de Libertades Civiles en todo esto? Tristemente, la escuela que acabo de mencionar en este artículo, es sólo el extremo superior del iceberg. Harry Potter y la hechicería promovida por Joanne Rowling, ha sido abrazada ampliamente por las escuelas públicas como "una literatura excelente" que ayuda a los niños a desarrollar sus habilidades para leer. Cuando los padres se quejan, les dicen que la hechicería realmente no es hechicería. Pero... ¿Qué está pasando?
Si yo tuviera un niño en la escuela pública, tendría mucho cuidado. Lo próximo que verá será a su hijo llegando de la escuela susurrando mantras, saludando al sol y hasta orándole a la madre tierra. Ya es tiempo que se despabile. El yoga es una religión oriental y la hechicería es hechicería.
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