Dice Leonard Sweet en la página 218 de su libro Espiritualidad cuántica: «Las Nuevas Luces (los emergentes) deben tomar el tiempo, y permitir que el espacio se temporalice, es decir, que lo eterno se convierta en temporal.
También deben atreverse y tener la suficiente movilidad para navegar con Jesús... Las Nuevas Luces deben alcanzar las olas espirituales de una Corriente del Golfo».
A finales de la década de 1970, poco tiempo después de convertirme en cristiano, estaba visitando a un caballero anciano que había sido cristiano la mayor parte de su vida. Discutíamos sobre la oleada actual que estaba cambiando al cristianismo de manera radical en ese tiempo, la cual era la reintroducción del movimiento de la década de 1940, de la Lluvia Tardía.
Nunca olvidaré las palabras que usó este hombre para describir lo que estaba ocurriendo en el cuerpo de Cristo. Me dijo: «El plan de Satanás para engañar al mundo impacta a la iglesia, exactamente como las olas se estrellan contra la playa. Conforme nos aproximemos más y más al retorno de Cristo, esas olas de engaño serán más frecuentes e influirán sobre un número incontable de personas».
Luego hizo esta declaración que quedó grabada en mi mente: «Hay una ola que vendrá antes del retorno de Jesús que barrerá el mundo. Pero antes que esta apostasía final nos impacte, habrá otras oleadas significativas que prepararán el camino para la final».
Ya han transcurrido muchos años y las palabras de este hombre han demostrado ser proféticas y verdaderas. Las olas actuales que nos azotan están condicionando a la iglesia para la apostasía de los últimos días, anticipada por el Señor Jesucristo y el apóstol Pablo: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”(1 Ti. 4:1).
Yo creo que la Iglesia Emergente es una de estas olas de engaño. Sin embargo, sus líderes no lo ven en esta forma. Sweet visualiza estas olas que barren a través de la tierra como un gran tiempo para la humanidad, dice en la página 34 de su libro Tsunami del alma: «Dios está dando a luz el mayor despertar espiritual de la historia de la iglesia, y está llamándole a usted para que sea el partero o partera de este nacimiento. ¿Va usted a comparecer?»Según el señor Sweet, este “despertar espiritual” está impactando a la generación posmoderna y se caracteriza por un anhelo de experiencias. Escribe en la página 420 de su libro: «Un tsunami espiritual ha impactado la cultura posmoderna: La ola se irá levantando sin romperse en las décadas por venir.
Y la ola es esta: Que las personas desean ‘conocer’ a Dios. Quieren saber menos acerca de Dios o acerca de religión, pero anhelan conocer a Dios. Las personas desean experimentar ‘el más allá’ en el ‘interior’. Los posmodernos desean algo más que nuevos productos; quieren nuevas experiencias, especialmente nuevas experiencias de lo divino».
En el libro Espiritualidad cuántica escrito por Sweet en 1991, describe su punto de vista de una nueva clase de fe cristiana que cree que se vislumbra en el horizonte. Y dice en las páginas 27 y 29: «Fe no es simplemente la comprensión intelectual, o un acto de intención humana, o seguir algún manual de cómo ser salvo, o aceptar la formulación de ciertas creencias religiosas. Fe no es un asunto de hacer, o incluso de ser, sino la experiencia de llegar a ser. La experiencia es la actividad más fundamental de la fe». Como verá, un cristianismo basado en las experiencias es la ola de la Iglesia Emergente, y sus líderes están haciendo señas para montarse en ella.
Roger Oakland
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