Hace muchísimo tiempo, en una tierra distante, bien distante, “el vigoroso cazador delante de Jehová”estaba de pie contemplando cómo la luz del sol iluminaba el cielo del amanecer transformándolo en una miríada de colores y luego se esparcía por el horizonte y descendía sobre las planicies de Sinar, en una resplandeciente cascada de luz.
Los destellos de claridad que descendían del cielo y danzaban por encima de la colosal estructura, le hacían sentir un profundo sentido de orgullo y gran logro, algo que pocos llegan a experimentar. Las instrucciones habían sido explícitas, los planos ejecutados a la perfección hasta en su más mínimo detalle, y ahora, la magnífica torre que serviría como catalizador para la cultura y tecnología de un pasado no muy distante, se había convertido en una realidad.
La estructura no era una simple obra de ladrillo y asfalto, sino que también representaba algo espiritualmente esotérico y profundamente religioso. Esta religión, la Sabiduría Arcana, contenía creencias y doctrinas de los “antiguos” y los ingredientes para la restauración de una edad primitiva que fuera barrida por las aguas exterminadoras del juicio de Dios. Ahora “el vigoroso cazador” estaba a punto de demostrar que la raza humana unida, motivada y con poder esotérico, podía lograr cualquier cosa, incluso aunque tal logro estuviese diametralmente opuesto al plan de Dios para la humanidad.
Con estos pensamientos perturbadores que fluían a través de su conciencia, Nimrod se sentía envuelto por los cálidos rayos del sol y por la euforia de su logro personal. Sin embargo, ese mismo día, el propio Dios no sólo frustraría sus ambiciosos planes de un imperio mundial, sino la aparición de la religión universal que acompañaba su aspiración política.
La construcción sería detenida y los arrogantes sueños de Nimrod quedarían hechos añicos. Pero incluso, a pesar de su muerte subsiguiente y desmembramiento, ya que los eruditos judíos enseñan que Nimrod fue ejecutado por Sem, el hijo de Noé y que su cuerpo fue partido en catorce partes, las cuales fueron enviadas a sus seguidores como una advertencia en contra de lo terrible de su religión, la sabiduría arcana fue cuidadosamente preservada en las religiones misteriosas de Babilonia, gracias a la ayuda de Semíramis, la viuda de Nimrod, y Tamuz su hijo ilegítimo.
Conforme los seguidores de Nimrod se esparcían a través de la faz de la tierra, los misterios antiguos se fueron extendiendo desde Egipto a China, e incluso hasta las Américas. Con el paso del tiempo la sabiduría arcana quedó bajo la custodia de “una élite de sabios” de Babilonia, Medo-Persia, Pérgamo y Roma; encontrando más tarde un hogar en las religiones orientales, la Cábala judía y el gnosticismo occidental.
El legado de la torre de Babel
Un poco después de comenzar el siglo III de la era cristiana, el poder de la iglesia de Roma comenzó a aumentar, iniciándose un cisma entre los guardianes de los misterios. Cuando Constantino legalizó el “cristianismo”, la iglesia romana abrazó muchas de las doctrinas de la religión misteriosa de Babilonia. Como resultado, la iglesia de Roma adoptó la adoración de la madre y del niño, el bautismo de los infantes, la confesión auricular ante un sacerdote y muchas otras prácticas.
La Iglesia no aceptó los aspectos ocultistas de las religiones misteriosas, sino que estos permanecieron hasta el tiempo de las cruzadas en las Escuelas Misteriosas de Oriente, los cabalistas y los gnósticos. El lado completamente ocultista de la sabiduría arcana resurgió públicamente en Europa occidental con el auge de la dinastía Merovingia y las leyendas de “Percival y la búsqueda del santo grial”.
El cisma subsecuente entre las escuelas misteriosas de magia blanca y negra explotó, transformándose en un conflicto mayor cuando los caballeros templarios del Orden del Temple, conocidos popularmente como los Caballeros del Templo de Salomón, retornaron de las cruzadas convertidos en los hombres más ricos sobre la tierra.
Los caballeros templarios y el Priorato de Sion, llegaron a ser la élite cultural que abrazó por entero los aspectos más tenebrosos y ocultistas de los misterios arcanos. Esto los colocó en el curso de colisión con la iglesia de Roma y sus aliados. El Priorato de Sion se convirtió en una organización clandestina y en una sociedad élite secreta, mientras los miembros de los caballeros templarios eran atacados viciosamente por el rey Felipe IV de Francia, un títere del catolicismo y el papa Clemente V.
El 13 de octubre de 1307, Felipe ordenó el arresto de todos los caballeros templarios, sin embargo la tarde anterior un número desconocido de caballeros se embarcó desde Francia en 18 galeras cargadas con los legendarios tesoros del templo. Se asegura que por lo menos un grupo de los caballeros navegó en dirección a Escocia y junto con los guardias de Escocia, los rosacruces, el colegio invisible y la sociedad real, todos grupos ocultistas, integraron el Rito Escocés de Francmasonería.
Los francmasones se apropiaron de los antecedentes de los caballeros templarios, al igual que tomaron custodia de sus secretos arcanos. Como resultado, el Rito Escocés “mágicamente” orientado enfatiza una jerarquía sagrada y social, un orden divino y un plan cósmico subyacente. Esta es la propia esencia de los misterios antiguos de Nimrod.
De esta secuencia histórica de los eventos, quien está familiarizado con la Palabra de Dios y particularmente con las profecías de la Biblia, puede lógicamente concluir lo siguiente:
Nimrod trataba de restaurar el sistema que existía antes del diluvio por medio de un gobierno mundial, dirigido por un sacerdote rey, facultado directamente con el poder de Satanás.
Cuando Dios malogró el plan de Nimrod, Satanás alteró su estrategia, e instituyó un falso sistema de religiones que sería depositario de los misterios arcanos, hasta el tiempo en que le fuese posible establecer tal reino.
Estos misterios han sido mantenidos hasta este momento por un grupo selecto, una élite. Han habido períodos de la historia en los cuales se ha aceptado públicamente el lado más oculto y tenebroso de los misterios, y períodos en los que se ha suprimido el ocultismo.
La Biblia registra que en los últimos días se levantará un imperio global, comandado por la bestia, el anticristo, quien se autoproclamará como el Cristo. Esta potencia estará acompañada por una iglesia mundial, la cual usará el anticristo y después de que sirva a su propósito se deshará de ella. La bestia declarará asimismo que es el Mesías de los judíos y el heredero legítimo al trono de David.
La bestia revelará los secretos de los misterios arcanos que han sido guardados fielmente por sus siervos durante milenios, como prueba de su posición para establecer plenamente su reino.
El proceso del fracaso inevitable de la raza humana que culminará en el Armagedón, comenzó con Nimrod y la construcción de la torre de Babel. Las religiones antiguas misteriosas estaban en oposición directa a la adoración del Dios de la Biblia, Nimrod era siervo de Lucero, y la torre de Babel era un símbolo de su desafío en contra del plan Divino para la raza humana. Como resultado de estos hechos, durante cuatro milenios desde que se abandonara su construcción, incluso la referencia más vaga a la torre de Babel como una imagen positiva para cualquier cosa que pudiera emprenderse, era algo inconcebible.
Sin embargo, esta percepción comenzó a cambiar desde la década de 1980, cuando la imagen de la torre de Babel comenzó a aparecer en el material para promocionar la Unión Europea. El apóstol Juan representa la unión de este sistema religioso y político, usando el símbolo de una mujer que cabalga sobre una bestia escarlata. El grabado impreso en el Euro, la moneda de la Unión Europea, al igual que muchos documentos oficiales, estampillas, etc., representan a Europa como una mujer cabalgando sobre la bestia, “Minos”.
La imagen de la ramera también aparece en una pintura gigantesca que se encuentra en el nuevo edificio del Parlamento de la Unión Europea en Bruselas, y en una escultura inmensa frente al edificio del Nuevo Concilio de Ministros en Bruselas. Esto, claro está, no debe sorprender a quien estudia y conoce la Biblia, quien comprende la ramificación total de la política moderna globalista. Lo que vemos en la Unión Europea es sólo la personificación de las filosofías luciferinas que pavimentarán el camino hacia el Armagedón.
J. A. Holowaty
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