El movimiento de la Nueva Era parece que se hubiesen desvanecido desde que entró en escena tan vigorosamente en la década de 1970. En realidad, no se ha desvanecido, sino que se ha camuflado dentro de la sociedad. Muchas de sus enseñanzas y prácticas ya han sido tan aceptadas en la sociedad occidental y son ahora ya muy populares, disimuladamente, lejos de sus raíces místicas orientales. Términos como karma, yoga, meditación, gurú, mantra, etc., se han incorporado a nuestro lenguaje cotidiano, sin que la mayoría de las personas tengan algún indicio de sus conexiones o sus orígenes religiosos. Además, han surgido una serie de programas que engañosamente promueven la meditación oriental como ciencia religiosa llamándolo "Atención Plena".
Sin embargo, hay algunos que están haciendo sonar la alarma, que sí existe un peligro escondido dentro de los cimientos espirituales de la meditación. Reconocen que la fe de aquellos cristianos que participan en estas prácticas está siendo socavada. Gaylene Goodroad, investigador y escritor de "Herescope", cita a Christine Pack quien es místico antiguo acerca de su primera experiencia de meditación: "en el espacio de 20 minutos (ya que es todo el tiempo que lleva hacer una meditación), mi visión del mundo cambió dramáticamente... el Cristianismo de la Biblia ya no era un camino espiritual válido para mí. ¿Por qué? Porque el Cristianismo es la única religión que hace exclusiva afirmaciones. ('Yo soy el camino, la verdad y la vida... nadie viene al Padre sino por mí ' — Juan 14:6)... Y la meditación contradice estas afirmaciones cristianas mediante la generación de una experiencia en la que una persona siente un profundo sentido de interconexión y unidad con 'todo' lo que siente lo cual es totalmente contrario a las declaraciones y afirmaciones acerca de la verdad que son exclusivas del cristianismo. Uno siente como si acabara de tener un encuentro con Dios, como si uno hubiera estado en la presencia de algo divino..., pero que en realidad no ha sucedido. Analicemos por un momento las conclusiones lógicas que los místicos practicantes llegan, si son fieles a su sistema de creencias: Si yo puedo experimentar a Dios mediante la meditación, si yo puedo 'cruzar la línea divisoria' a través de mis propios esfuerzos, entonces la Cruz del Calvario no tiene ningún significado. Y Jesús era un mentiroso cuando dijo que Él era el único camino a Dios. Y la Biblia estaba equivocada cuando dice que sin Cristo estamos muertos en nuestros pecados y transgresiones (no existe 'una chispa divina interna' ya que tal cosa vive ya dentro de cada persona)."
T. A. MacMahon
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