El Apóstol Mateo indica el mismo apartamiento en las parábolas del reino de los cielos. En esas parábolas, el Señor Jesús dijo que vendría un enemigo (Satanás) que sembraría cizaña entre el trigo. Esto indica que habría una introducción de profesantes falsos y sin vida dentro del reino de los cielos. El resultado sería una mezcla de creyentes (el trigo) y de falsos profesantes (la cizaña) en el reino que no se resolvería hasta el fin del siglo (Mt. 13:24-30, 38-41).
El Señor Jesús se refirió también a que surgiría un inmenso sistema de cosas sobre la sencillez original del cristianismo, y que al final no se parecería a lo que era al principio. Usó la figura de la semilla de mostaza plantada en la tierra, y su crecimiento desproporcionado hasta llegar a ser un árbol enorme donde anidarían las aves del cielo. El árbol es símbolo de dominio y de poder (Dn. 4:9-27, 34). De este modo el Señor indicó que el cuerpo cristiano profesante llegaría a ser una gran entidad en este mundo con una gran apariencia externa. Las aves son símbolo de espíritus malvados y de personas asimismo malvadas (Mt. 13:4, 19; Ap. 18:2) que contenderían por poseer puestos de honor dentro de todo esto. Si jamás hemos tenido la oportunidad de oír el ruido procedente de un árbol lleno de pájaros, comprenderíamos qué buena imagen es ésta de la confusión existente en el testimonio cristiano. Todos los pájaros gorjean a la vez; todos aparentemente con algo que decir, pero todas sus voces están en conflicto. ¿Acaso no es esto precisamente lo que oímos cuando miramos y escuchamos los miles de voces de las diversas denominadas iglesias de la Cristiandad? (Mt. 13:31-32).
El Señor Jesús prosiguió contando acerca de la mujer que escondió levadura en tres medidas de harina (Mt. 13:33). Esto se refiere a otro aspecto de la ruina que se ha introducido en el cuerpo cristiano profesante. Si las aves en el enorme árbol son una ilustración de la gran profesión externa que iba a desarrollarse, la levadura en la harina habla de la gran corrupción interior que también iba a desarrollarse. En la Escritura, la levadura es un tipo de maldad (Mt. 16:6; Mr. 8:15; 1 Co. 5:6-8; Gá. 5:7-10). La harina es tipo de Cristo, Aquel que es «el pan de vida». Él es el alimento espiritual de los hijos de Dios (Jn. 6:33-35, 51-58). De ese modo, el Señor indicó que la iglesia (la mujer) corrompería el alimento de los hijos de Dios mediante la introducción de falsa doctrina, mezclándola con la verdad de Su persona. ¿Y no es esto cierto en la actualidad? Se han asociado muchas enseñanzas malvadas y erróneas con Cristo en el vasto cuerpo profesante de la Cristiandad.
De este modo, esas tres parábolas en el evangelio de Mateo indican que habría la introducción de personas malas (Mt. 13:24-30), de espíritus malos (Mt. 13:31-32; 1 Ti. 4:1) y de malas doctrinas (Mt. 13:33). Algunas de las otras similitudes del reino en el evangelio de Mateo indican también que se caería en este fracaso (como en Mt. 25:1-13: «cabecearon todas y se durmieron»).
Bruce Anstey
http://www.sedin.org/PDFS/ord_Dios.pdf
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