Las condiciones morales de los judíos en días de Malaquías son las condiciones morales de la cristiandad. Pero como entonces, así es ahora, Dios reconoce un remanente, que le es fiel, y a quien Él reconoce como Su verdadera iglesia.
Arno Clement Gaebelein
1861-1942
INTRODUCCIÓN
No sabemos nada de la persona de este profeta. Solo su nombre se nos presenta en el registro. Los críticos han dudado si Malaquías es realmente el nombre personal del profeta, y muchos creen que este es solamente un nombre ideal, dado a la persona desconocida, a causa de su mensaje. Malaquías significa "Mi mensajero" O "mensajero de Jehová." El Targum Jonathan, una paráfrasis aramaica, añade después del nombre de Malaquías , "cujus nomen appelatur Ezra scriba," cuyo nombre es llamado Esdras el escriba, de este modo demandando que el gran y buen Esdras es Malaquías. Pero ¿por qué Esdras se ocultaría detrás de un asumido nombre? Esto es indigno del hombre, y mucho más del Espíritu Santo. Muchos de los principales expositores han aceptado la teoría que Malaquías es el nombre oficial del profeta, quien quiera que él haya sido. Una de las razones para esta teoría es que "el primer verso no contiene ninguna nueva descripción personal, y que nada se dice acerca de su padre o lugar de nacimiento." Pero Abdías y Habacuc muestran las mismas omisiones. Tampoco es verdad que nada fue conocido históricamente de una persona llamada Malaquías. El Talmud tiene una declaración que hace a Malaquías un miembro de una gran sinagoga, a la cual también los dos profetas post-exilio, Hageo y Zacarías pertenecían. Otras tradiciones demandan que él era de la tribu de Zabulón, nacido en Supha. No hay razón para dudar que Malaquías sea el verdadero nombre del profeta.
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FECHA DE SU PROFECÍA
Esto también ha sido causa de gran disputa. Que él profetizó después de la cautividad nadie jamás lo ha dudado. Además, la lectura de sus expresiones hace claro que él profetizó después de Hageo y Zacarías. Aprendemos que el templo ha sido completamente terminado, y la adoración en el templo con sus sacerdotes ha sido restaurada un número de años antes. Después de la beneficiosa influencia de Esdras y Nehemías el pueblo entró en un declinamiento, y las condiciones que el profeta reprende son el resultado de una reincidencia en el mal. Los abusos que fueron corregidos por Esdras y Nehemías han vuelto a caracterizar al pueblo. El tiempo exacto difícilmente puede ser establecido. Al comparar Mal.1:8 con Neh.5:15,18 pareciera que Nehemías no era más gobernador cuando Malaquías ejerció su oficio.
EL MENSAJE DE MALAQUÍAS
Como la última voz profética del A. Testamento, Malaquías, en unísono con todos los otros profetas, anuncia la venida del Mesías y señala una vez más a Él. La próxima voz profética, después de cuatrocientos años de silencio, es la voz en el desierto, el heraldo del Rey, de quien Malaquías predijo que él vendría. Pero el mensaje de Malaquías es abrumadoramente condenatorio. "El gran principio moral desplegado en este libro es la insensibilidad del pueblo ante lo que Jehová era para ellos, y en cuanto a su propia iniquidad con respecto a Jehová, su necesidad de reverencia por Dios, su desprecio de Jehová. ¡Ay! Esta insensibilidad ha alcanzado tal punto que, cuando las mismas acciones que probaban su menosprecio eran puestas ante sus conciencias, ellos no veían ningún daño el ello. Sin embargo, esto no altera los propósitos y consejos de Dios, aunque llevaba juicio sobre aquellos que eran culpables de eso" (Cap. 1:2; 2:14; 3:7,13.Synopsis of the Bible, J. N. D.)
Es indudablemente verdadero que el espíritu manifestado por el pueblo en el día de Malaquías asumió las formas concretas expresadas por las dos principales sectas del judaísmo, cuando nuestro Señor estuvo sobre la tierra, los fariseos y saduceos. "la forma exterior y grosera de idolatría ha venido a ser desagradable al pueblo por los sufrimientos del exilio; y su lugar fue tomado por una idolatría más refinada de obras de justicia muertas, y confianza en un cumplimiento exterior de la letra de los mandamientos divinos sin alguna más profunda confesión de pecados, o humillación bajo la palabra y voluntad de Dios. Bien se ha declarado que "Malaquías es como un atardecer, que pone fin a un largo día; pero él es también el amanecer, que trae un glorioso día en su seno." Las sombras son oscuras, pero allí está el levantamiento del Sol de Justicia, que aún debe tener lugar, cuando todas las sombras huyan.
Pero además de la multitud apostata del pueblo, que ha caído en un formalismo mortal, se ve en el libro de Malaquías un remanente fiel. Es interesante seguir a este remanente, que a menudo hemos mencionado en nuestras anotaciones, a través de toda la historia judía, pasada, presente, y futura. Siempre ha habido un remanente piadoso. Vemos ese remanente en el desierto ; también lo observamos durante el período de los Jueces, y en todo otro período, como en los tristes días del mal gobierno de Acab, cuando abatido, Elías deseaba morir, y Jehová le comunicaba que había siete mil que no habían doblado sus rodillas ante Baal. Había también un remanente cuando Jerusalén fue capturada por Nabucodonosor: un remanente que retornó de la cautividad, y cuando los retornados exilados se degeneraron, como lo vemos en Malaquías, fueron dejados unos pocos que se juntaron y a quienes Jehová amaba.
En Rom. 11 leemos que en el tiempo actual, durante esta edad, de igual modo hay un remanente conforme a la elección de la gracia. Es un pequeño remanente, que durante esta edad, se volverá al Señor, creen en Cristo, y de esta forma vienen a ser miembros del cuerpo de Cristo, en quien no hay judío ni gentil. Y cuando esta edad termine, y la nación haga frente a la calamidad final en la tribulación, y se acepte al falso Cristo, habrá también un remanente fiel, como a menudo se ha mostrado en nuestros comentarios sobre la palabra profética.
LAS LECCIONES PARA NUESTRA EDAD
La edad judía con todas sus gloriosas manifestaciones de Dios en favor de Su pueblo Israel, y las grandes revelaciones dadas por los profetas de Dios, no han mejorado en su desarrollo y venido a ser una mejor edad. Tampoco nuestra edad mejora y viene a ser mejor, la edad en que Dios ha revelado lo mejor y ofrece al hombre las riquezas de Su gracia en la persona de Su bendito Hijo, nuestro Señor. Esta termina como los tiempos del A. Testamento han terminado, en fracaso y apostasía. Las condiciones morales de los judíos en días de Malaquías son las condiciones morales de la cristiandad. Pero como entonces, así es ahora, Dios reconoce un remanente, que le es fiel, y a quien Él reconoce como Su verdadera iglesia.
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