La tesis de Stearns es que los cristianos tienen un agujero en el Evangelio, si sus vidas no demuestran buenas obras. Estas "buenas obras" que Stearns tiene en mente enfocan primeramente a las necesidades físicas de los pobres y en el corregir injusticias sociales en el mundo. El que esto sea o no sea posible, no hay mucha gente que este en desacuerdo con su sinceridad o que dude de la nobleza de su objetivo. Pero ¿es esto bíblico? Desde el principio hasta el final Stearns emplea la Escritura en forma incorrecta o abusa de la Escritura para probar su tema. Por lo que podemos ver, él está totalmente confundido acerca del evangelio bíblico. Él habla erróneamente de Mateo 25:31-46, como si fuera el juicio final de los que están salvos y de los que están perdidos. Stearns lo escribe de esta manera: "Aquellos cuyas vidas fueron caracterizadas por actos de amor hacia los pobres fueron bendecidos y fueron bienvenidos por Cristo en el reino de Su Padre. Aquellos que no respondieron a las necesidades de los pobres y cuya fe no tuvo expresión y compasión por los necesitados fueron condenados al fuego eterno". Aunque él trata de definir su evangelio de obras solamente diciendo: "Esto no quiere decir que somos salvos haciendo solamente buenas obras para satisfacer a Dios". En otra parte del libro el cita el ejemplo de Lázaro y el hombre rico diciendo: "La conclusión clara es que el hombre rico fue al infierno por su apatía y no haber actuado en la realidad de la tremenda disparidad entre su fortuna y la pobreza de Lázaro".
Todo el tema de su libro apunta a un evangelio social que exhorta al lector a restaurar nuestro planeta a la rectitud. Él lo expresa de esta manera: "Jesús busca un nuevo orden en el cual el evangelio, marcado por compasión, justicia y proclamación de las buenas noticias, se convierta en una realidad, primero en nuestros corazones y mentes y después en todo el mundo a través de nuestra influencia. Esto no es un reino que es distante y que solamente podremos disfrutar en la otra vida. La visión de Cristo era de un redimido orden mundial poblado por gente redimida, ahora en nuestro tiempo presente". Él critica a los cristianos por ser "tan obsesionados mentalmente con el cielo y les impide hacer algo bueno en esta tierra". Stearns continúa: "Si Jesús pudo morir por este planeta lleno de problemas, tal vez yo también tengo que tener cierta apreciación por este mundo". La Escritura indudablemente enseña que los creyentes no deben abusar de este planeta, pero eso no tiene nada que ver con la ilusión y el engaño de tratar de renovar el planeta moralmente y físicamente a través de hacer "buenas obras". La epístola de los Hebreos, honrando los santos de antaño como modelos de la fe a quienes deberíamos emular, nos dice que ellos se vivieron como "extraños y peregrinos sobre la tierra" y que sus deseos eran por una "patria mejor", una celestial (Hebreos 11:13-16).
Sin embargo, Stearns declara: "El evangelio en si fue originado por una visión de Dios para una gente transformada, una gente que desafía y transforma los valores y las prácticas de nuestro mundo. Jesús llamó este nuevo orden mundial el 'reino de Dios'... y dijo que se iba a convertir en una realidad a través de las vidas y de los hechos de Sus seguidores". En contraste al título de su libro, existe más que un "agujero" en el evangelio que Stearns está fomentando. Lo que él está promocionando es claramente "un evangelio diferente" (Gálatas 1:6-7), es realmente una "revolución social" (término que Stearns utiliza) que engañará a muchos y que no salvará a nadie, aunque sí va a unir mucha gente. Stearns cita a Rick Warren cuando dice que: "La primera revolución...era acerca de credos; esta nueva revolución va a ser acerca de nuestras obras. La primera revolución dividió a la iglesia; esta segunda la va a unificar".
Este libro, más aún que el tan popular libro "La Vida con Propósito", va a reunir a muchos que se llaman cristianos y a seguidores de otras religiones y a muchos ateos que van a demostrar su moralidad haciendo buenas obras. La salvación a través de buenas obras es el sistema de fe para todas las creencias religiosas excepto para el Cristianismo Bíblico. Además, los varios programas que promocionan esa clase de fe y esa práctica están ahora ganado el respeto y el apoyo financiero del mundo, con tal que cumpla con el bienestar social de las masas sin necesidad de convertirlas.
De acuerdo a las Escrituras, existe algo inquietante y nefario cuando el mundo apoya a la iglesia y a sus programas. Hemos visto ejemplos a través de los siglos acerca de ministerios que empezaron muy bien pero que después de un tiempo se alejaron de la fe. ¿Cuándo fue la última vez que usted recibió un panfleto o folleto evangélico en un lugar de la Y.M.C.A. (Young Men's Christian Association - Asociación de Cristianos Jóvenes)? ¿Cuándo fue la última vez que usted recibió un folleto evangélico de parte de la persona que "toca su campanita" y que representa al Ejército de Salvación en un centro comercial? No solamente eso, sino que trate de encontrar un evangelio o una exhortación que lo anime a compartir el evangelio de parte de la organización llamada "World Vision" (Visión Mundial) en su declaración de su misión Cristiana. No lo va a encontrar y no está allí porque esa organización así lo ha decidido al igual que otras organizaciones llamadas cristianas y que han sucumbido a las ilusiones temporales y efímeras.
Estas ilusiones son manifestadas cuando los métodos del hombre son implementados para satisfacer las necesidades físicas en vez de lo que Dios desea para nosotros para toda la eternidad. Nada debe tomar lugar sobre la proclamación del evangelio bíblico, porque no es solamente la única esperanza de la humanidad sino es también Su esperanza eterna. Cualquier manera que el evangelio sea presentado en una forma que no refleje el verdadero contenido de la Biblia será una presentación corrupta y perversa, no importa que tan correcto y que tan práctico pueda parecer. Cualquier persona que participe en programas, prácticas o creencias que niegue las advertencias proféticas de la Palabra de Dios, refiriéndose a los eventos que han de ocurrir durante los últimos tiempos, puede muy bien ser un contribuyente involuntario a la religión apóstata del Anticristo.
Jesús nos dio el antídoto y la medida preventiva que protegerá al creyente de ser influenciado y evitar que sean "tomados cautivos" (2 Timoteo 2:26) por un creciente número de nefarias y temporales tendencias que ocurren en nuestro tiempo presente: "Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad los hará libres" (Juan 8:31-31).
T. A. McMahon
No hay comentarios.:
Publicar un comentario