"Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos" (Hebreos 2:1).
La importancia de conocer lo que la Biblia enseña y asegurarnos que nuestros pensamientos y acciones estén conforme a la Palabra de Dios es recalcado por advertencias dadas a través del Nuevo Testamento. Consideren 2 Timoteo 4:3-5:
"Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio."
La advertencia profética del apóstol Pablo habla del tiempo en que aquellos que profesen ser Cristianos no "sufrirán la sana doctrina." Increíblemente, ellos en realidad rechazarán las enseñanzas de las Escrituras como su única autoridad. Ellos se "apartarán de la verdad" de la Biblia y considerarán otras opiniones y otras especulaciones de los hombres. No solamente la Biblia ha dejado de ser su autoridad, pero ellos también habrán llegado a un punto que consideran que la Biblia ya no es suficiente para sus vidas. ¿Habremos llegado a esta manera de pensar?
Aunque algunos enseñan que ya estamos en el Milenio, que Satanás ha sido amarrado, que Cristo está reinando en la humanidad y que las cosas están mejorando cada día; ni las Escrituras ni la realidad confirman esta ilusión acerca del Milenio. Sin embargo, existe bastante evidencia que confirma la creencia que estamos ahora en los tiempos que el apóstol Pablo nos había advertido. Estamos viviendo en los días en que la apostasía continúa aumentando y también estamos siendo testigos de un abandono tremendo de la fe.
Durante los últimos veinte años, "The Church Growth Movement" o CGM (el Movimiento del Iglecrecimiento) ha tenido una enorme influencia en llevar a la iglesia evangélica hacia la apostasía. Por siglos la palabra "evangélica" describía la parte conservadora del Cristianismo que creía firmemente que la Biblia era la única autoridad en asuntos de fe y de práctica. Los "Cristianos Evangélicos" consideraban la Biblia como una autoridad suficiente en lo que respecta a una vida santa y fiel a Dios. Aunque muchos evangélicos todavía tienen esas creencias, el número de ellos ha decaído drásticamente debido a las recientes tendencias en el mundo Cristiano.
El CGM en particular ha sido un factor muy importante en el decaimiento de la fe entre los cristianos evangélicos de hoy en día. En su afán de atraer a los que no son cristianos y cristianos nominales a sus iglesias, el CGM ha implementado conceptos seculares, es decir, ha comercializado el Evangelio para llegar a sus metas. Y eso lo ha logrado empleando las técnicas que se utilizan en el mercado mundial.
Estas técnicas o este tipo de comercio tienen su lugar en el mundo de negocios. Sin embargo, cuando estas técnicas se aplican a la iglesia el efecto que tiene es devastador a la enseñanza bíblica. El problema obvio es que el enfoque del comercionalismo está en el consumidor o en el cliente, el cual debe ser complacido con lo que es ofrecido. Esto ha ocasionado miles de iglesias "evangélicas" el eliminar partes de la Biblia que son ofensivas a gente que no es salva y que quieren ser atraídas por estas iglesias. Desde el punto de vista comercial, ciertas porciones de la Biblia (aunque constituyen doctrina sana e incluyen la convicción del pecado y el mismo evangelio) puede que ofendan al consumidor, en este caso a aquellos que no son salvos. Por lo tanto, estas partes de la Biblia deben ser eliminadas para que así "el consumidor" no se ofenda y pueda concurrir o regresar a la iglesia.
El CGM ha infectado miles de iglesias alrededor del mundo y ha contribuido en gran manera al cumplimiento de la profecía Bíblica de 2 Timoteo 4:3-5. El resultado ha sido una iglesia "evangélica" que se ha apartado de la Palabra de Dios. Esta condición espiritual anémica ha creado miles de cristianos que son débiles y vacíos sin un cimiento bíblico, que como ovejas en un rebaño están a la merced al alimento de comerciantes religiosos. No solamente no van a sostener una doctrina sana sino que no van a ser capaces de discernir la verdad bíblica del error. Además, no van a ser como los Bereanos que analizaban las Escrituras para confirmar que lo que se les estaba enseñando era verdad (Hechos 17:10-11) ya que estos "Cristianos superficiales", vacíos y falsos han sido silenciados por las "enseñanzas" de estos nuevos "líderes evangélicos".
T. A. McMahon
The Berean Call
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