viernes, 27 de mayo de 2016

¿Porqué no disfrutamos nuestra relación de hijos e hijas de Dios?

Hace falta separación de entre los mundanos



Separación: saliendo de entre los mundanos para entrar en la relación de hijos e hijas de Dios como Padre y ser reconocidos así por Él

¿Qué comunión hay entre Cristo y Belial; entre la luz y las tinieblas; entre la fe y la incredulidad; entre el templo de Dios y los ídolos? Los Cristianos son el templo del Dios vivo, el cual habita y anda entre ellos. Él es Dios para ellos; ellos son un pueblo para Él. Por tanto, ellos deben salir de toda comunión con los mundanos, y separarse de ellos. Como Cristianos, deben estar aparte, ya que son el templo de Dios. Dios habita entre ellos y anda allí, y Él es su Dios. Ellos deben, por tanto, salir del mundo y separarse, y Dios los reconocerá, y será para ellos en la relación de un Padre con hijos e hijas que son entrañables para Él.

Aquí el Señor Todopoderoso declara que Él será un Padre para los Suyos, para Sus hijos e hijas. Nosotros salimos de entre los mundanos, ya que es justamente esto (no físicamente fuera del mundo, sino mientras estamos en él), para entrar en la relación de hijos e hijas con el Dios Todopoderoso: de lo contrario no podemos realizar esta relación en forma práctica. Dios no tolerará personas mundanas en relación con Él mismo como hijos e hijas; ellas no han entrado en esta posición con respecto a Él. Tampoco reconocerá Él a quienes permanecen identificados con el mundo, como teniendo esta posición; porque el mundo ha rechazado a Su Hijo, y la amistad del mundo es enemistad contra Dios: y aquel que es amigo del mundo es enemigo de Dios. Ello no es ser Su hijo en un sentido práctico. Dios dice, por tanto, "¡salid de en medio de ellos y separaos, … y vosotros seréis mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso!" (2 Corintios 6: 17, 18 – VM).

J. N. Darby

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