sábado, 21 de mayo de 2016

DENTRO DEL VELO, FUERA DEL CAMPAMENTO



"Los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta. Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio." (Hebreos 13: 11-13). 

No hay dos puntos que sean más distantes moralmente que dentro del velo y fuera del campamento, y, con todo, ellos son juntados aquí. Dentro del velo era el lugar donde moraba la 'shekinah' de la gloria de Dios; fuera del campamento era el lugar donde la ofrenda por el pecado era quemada — ningún lugar da una idea tal de lejanía de Dios como ese. Es bendito saber que el Espíritu Santo me presenta a Jesús llenando por completo todo lo que está entre estos dos puntos. Yo no tengo nada que ver, en absoluto, con el campamento. El campamento era el lugar de profesión manifiesta (en tipo, el campamento de Israel; en antitipo, la ciudad de Jerusalén). ¿Por qué Cristo padeció fuera de la puerta? Para mostrar el apartamiento de la simple maquinaria de la profesión externa de Israel.

Nosotros podemos tener claro lo referente a la obra de Cristo hecha por nosotros (y que Dios impida que haya una nube cubriendo la bendición de ella), sabiendo que la conciencia es hecha perfecta; pero, ¿es tranquilidad de conciencia todo lo que yo quiero? ¿No hay allí ninguna responsabilidad? ¿Es la voz de Cristo desde dentro del velo todo? ¿Él no tiene voz fuera del campamento? Se encontrará que, después de todo, el gozo, la paz, la libertad, fluyendo de oír nosotros la voz de Cristo dentro del velo, depende mucho de oír nosotros Su voz fuera del campamento. Aquellos que conocen mucho acerca del sufrir con Él, y de llevar su vituperio, conocerán más de la bendición de Su lugar dentro del velo. Nuestra conducta, nuestros modos, nuestra senda a través de la tierra, debe ser puesta a prueba por medio de Cristo. - '¿Cristo estaría allí?' o '¿Cristo haría esto?' El Espíritu Santo debe contristarse si el santo sigue un curso contrario del que Cristo habría seguido; y entonces el alma debe ser estéril. ¿Cómo puede un Espíritu Santo contristado testificar de Cristo - cómo puede Él dar al alma el consuelo y gozo y paz de Su testimonio a Él? ¿Cómo puedo disfrutar de Cristo si no estoy caminando en compañía de Él? Sabemos que nosotros no podemos disfrutar de la compañía de una persona a menos que estemos donde esa persona está - ¿dónde, entonces, está Cristo?  "Fuera del campamento." — "Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio." (Hebreos 13:13).  Esto no es salir a hombres, o a opiniones, o una a iglesia, o a un credo, sino a Cristo mismo. Nosotros no somos del mundo - ¿por qué? Porque Cristo no es de este mundo; la medida de nuestra separación del mundo es la medida de la separación de Cristo. "Porque no tenemos aquí ciudad permanente;" ¿Acaso nuestros corazones buscan una? — ¿buscan alguna serie de circunstancias o algo similar, algo en que apoyarse? ¿Decimos nosotros, por expresarlo así, 'Oh, déjame algo'? como Lot suplicando por Zoar, "(¿no es ella pequeña?)" no la quites del todo, "(¿no es ella pequeña?), y salvaré mi vida." (Génesis 19:20). El corazón de Lot era un corazón que aún anhelaba un poco del mundo. Cuando el corazón es llenado con Cristo, puede dejar el mundo, no hay dificultad en hacerlo entonces. Decir simplemente, 'Deja esto,' o 'deja eso,' a una persona que ama al mundo, no servirá de nada; lo que yo debo hacer es buscar ministrar más de Cristo a esa alma.

Yo estoy fuera del campamento, estoy buscando una ciudad por venir, estoy esperándole a Él quién está por venir. En esta condición, desalojados del mundo y de su sistema, yo me encuentro en dos posiciones - una para con Dios, y la otra para con los hombres. La primera, "Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre." (Hebreos 13:15). La segunda, el amoroso desarrollo del espíritu de benevolencia activa en el siguiente versículo, "Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios." (versículo 16).

Yo estoy dentro del velo con Cristo, - fuera del campamento en el mundo, "llevando su vituperio"; y, librado así de la profesión a mi alrededor, que no es de Él, estoy ocupado en la adoración y haciendo bien a todos.

En lo que respecta a mi esperanza, ella no es, como dice la gente, 'sustentar la doctrina de la segunda venida', sino que es 'esperar de los cielos al Hijo de Dios.' (1 Tesalonicenses 1:10). Esta no es una doctrina muerta, seca. Si nosotros estamos realmente esperando de los cielos al Hijo de Dios, nos desataremos de las cosas del mundo.

Yo tengo a Cristo para la necesidad de mi alma, y solamente 'estoy esperando de los cielos al Hijo de Dios', que Cristo venga del cielo a tomar a Su Iglesia a Sí mismo, para que donde Él está nosotros también estemos, y eso puede ser esta noche. No espero al Anticristo, ni señales, ni movimientos entre las naciones, sino esa cosa santa, feliz, espero de los cielos al Hijo de Dios. Oh, no dejes que seamos inconsistentes, no dejes que contradigamos eso - procurando asir a Cristo de una mano, y con el mundo adherido a la otra. Si sabemos nuestra posición "dentro del velo," debemos saber nuestra posición "fuera del campamento," vituperados, puede ser, desdeñados, odiados, bajo sospecha, de todos quiénes no están fuera, pero en el gozo de la comunión con Él. "Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria." (Colosenses 3:4).



C. H. Mackintosh.



Traducido del Inglés por: B.R.C.O. - Mayo 2005.-

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