Un cuerpo y sus miembros
En Hech. 2:42, se dice de los primeros discípulos "Ellos perseveraban en la doctrina y comunión de los apóstoles, en el partimiento del pan y las oraciones". Después de la conversión de Saulo de Tarso se hizo una nueva revelación a la iglesia a través de éste una vez campeón de los perseguidores de los santos; es decir, que cada creyente sobre la tierra fue unido a Cristo por el Espíritu Santo (ver Hech. 9:4, 1 Cor. 6.17; 12:12-27); que "como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros y todos los miembros de ese un cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo; así también el Cristo. Porque por un Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sea judíos o gentiles, sean esclavos o libres; y a todos se les ha hecho beber de un Espíritu," (1 Cor. 12:12,13). Después declara, "hay un cuerpo," y somos exhortados a "guardar la unidad del Espíritu en el vinculo de la paz"; es decir, que debemos mantener prácticamente lo que el Espíritu Santo espiritualmente ha formado.
Hay dos clases de cristianos en el mundo. Uno prácticamente dice, "el hombre ha formado muchos cuerpos, y yo siendo un miembro de uno de estos (de acuerdo a mi opinión, la mejor), deseo servir a Sus intereses en cada forma posible". Otros dicen, "Dios ha formado a un cuerpo y me ha hecho miembro de éste, y ahora deseo por Su gracia servir a los intereses del Cabeza de ese cuerpo, de acuerdo a los principios establecidos en Su Palabra".
Ahora, querido lector, ¿a cuál de estas clases pertenece usted? ¡Ay! ¡Cuántos preciosos santos de Dios están representados por lo primero! ¿No escucha a menudo a cristianos hablar acerca de "unirse" a este o ese cuerpo? Ciertamente los tales olvidan (si alguna vez ha sabido) que el único cuerpo que Dios en Su palabra reconoce es el "un cuerpo" del cual Cristo mismo es el Cabeza, y del cual cada verdadero creyente es un miembro vivo. Si salvado, por tanto (para usar una expresión común), usted ya es un "miembro". "El que ha sido unido al Señor es un espíritu con Él," (1 Cor.6:17). Y en 1 Cor. 12:18, usando la figura del cuerpo humano, el apóstol dice, "DIOS HA ESTABLECIDO los miembros cada uno en el cuerpo COMO LE HA AGRADADO". ¡Qué triste confusión es entonces hablar de unirse a algún otro cuerpo! ¿Por qué no contentarse con el lugar que Dios le ha dado en "el cuerpo de Cristo,", y buscar a través de la gracia cumplir las responsabilidades de tal lugar?
Ahora, ciertamente el Espíritu Santo nunca ha bautizado a una secta o denominación. Observe 1 Cor. 1:12,13, y 3:3, y verá que Él enfrenta en el mismo umbral, por decir así, la entrada del espíritu sectario en Corinto con un muy seco golpe de condenación. "¿no sois carnales, y andáis como hombres? 3:4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? "pero usted puede preguntar, "si es errado estar o mantener una posición sectaria, ¿hay alguna forma clara establecida en la palabra de Dios para expresar la verdad del un cuerpo?" Para responder a esto debemos ver lo que la Escritura dice acerca de...
Si nos volvemos a 1 Cor. 10:16, encontrará que justo como los doce panes sobre la mesa de la proposición expresaban lo que era Israel, una nación compuesta de doce tribus (Lv.24:5,6), de la misma forma la cena del Señor es el símbolo que expresa la verdad de lo que es la iglesia sobre la tierra: un cuerpo. "nosotros siendo muchos somos un pan y un cuerpo: porque todos participamos de ese pan," (v.17). De manera que al participar del un pan, el cristiano divinamente enseñado reconoce su unión con todos los verdaderos creyentes sobre la faz de la tierra, cual sea su ignorancia, debilidad, y a pesar de las divisiones que deshonran a Cristo. Pero mientras hace esto él solo puede tener comunión con aquellos que están tratando de andar en obediencia a la palabra, y en separación de manifestado mal. El Espíritu Santo de Dios ciertamente nunca trataría de mantener una unidad exterior a expensas de la santidad interior [1]. Lea 1 Cor. 5:6, 7,8, 13)
Ahora, querido lector, ¿a cuál de estas clases pertenece usted? ¡Ay! ¡Cuántos preciosos santos de Dios están representados por lo primero! ¿No escucha a menudo a cristianos hablar acerca de "unirse" a este o ese cuerpo? Ciertamente los tales olvidan (si alguna vez ha sabido) que el único cuerpo que Dios en Su palabra reconoce es el "un cuerpo" del cual Cristo mismo es el Cabeza, y del cual cada verdadero creyente es un miembro vivo. Si salvado, por tanto (para usar una expresión común), usted ya es un "miembro". "El que ha sido unido al Señor es un espíritu con Él," (1 Cor.6:17). Y en 1 Cor. 12:18, usando la figura del cuerpo humano, el apóstol dice, "DIOS HA ESTABLECIDO los miembros cada uno en el cuerpo COMO LE HA AGRADADO". ¡Qué triste confusión es entonces hablar de unirse a algún otro cuerpo! ¿Por qué no contentarse con el lugar que Dios le ha dado en "el cuerpo de Cristo,", y buscar a través de la gracia cumplir las responsabilidades de tal lugar?
Ahora, ciertamente el Espíritu Santo nunca ha bautizado a una secta o denominación. Observe 1 Cor. 1:12,13, y 3:3, y verá que Él enfrenta en el mismo umbral, por decir así, la entrada del espíritu sectario en Corinto con un muy seco golpe de condenación. "¿no sois carnales, y andáis como hombres? 3:4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? "pero usted puede preguntar, "si es errado estar o mantener una posición sectaria, ¿hay alguna forma clara establecida en la palabra de Dios para expresar la verdad del un cuerpo?" Para responder a esto debemos ver lo que la Escritura dice acerca de...
La mesa del Señor
Si nos volvemos a 1 Cor. 10:16, encontrará que justo como los doce panes sobre la mesa de la proposición expresaban lo que era Israel, una nación compuesta de doce tribus (Lv.24:5,6), de la misma forma la cena del Señor es el símbolo que expresa la verdad de lo que es la iglesia sobre la tierra: un cuerpo. "nosotros siendo muchos somos un pan y un cuerpo: porque todos participamos de ese pan," (v.17). De manera que al participar del un pan, el cristiano divinamente enseñado reconoce su unión con todos los verdaderos creyentes sobre la faz de la tierra, cual sea su ignorancia, debilidad, y a pesar de las divisiones que deshonran a Cristo. Pero mientras hace esto él solo puede tener comunión con aquellos que están tratando de andar en obediencia a la palabra, y en separación de manifestado mal. El Espíritu Santo de Dios ciertamente nunca trataría de mantener una unidad exterior a expensas de la santidad interior [1]. Lea 1 Cor. 5:6, 7,8, 13)
G. Cutting
¿ES USTED UN MIEMBRO, Y DE QUÉ?
¿ES USTED UN MIEMBRO, Y DE QUÉ?
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