A través de los programas de Profecías Bíblicas hemos visto que hay una invasión ocultista sutil en el mundo y la iglesia de hoy. El materialismo ha muerto. Ya no se sostiene más el punto de vista de que nada existe excepto la materia, porque la ciencia ahora admite que ciertamente hay una dimensión inmaterial gobernada por fuerzas misteriosas y habitadas por inteligencias inmateriales, las cuales no podemos ni identificar ni explicar.
Actualmente se está explorando cada faceta del ocultismo como la esperanza en la medicina, la educación, psicología, negocios, inteligencia militar y ciencia espacial. Se busca el contacto de espíritus y se sigue su consejo, a pesar de que no se puede confirmar la confiabilidad de estos seres por medios científicos. Los poderes síquicos que se supone erróneamente provienen de un potencial interior del ser humano, son ávidamente cultivados en muchos campos y su búsqueda sólo puede arrastrarnos profundamente en el ocultismo.
El ocultismo siempre ha sido la fundación de las religiones no cristianas. Invadió el cristianismo cuando Constantino aparentemente se hizo cristiano y comprometió la iglesia con el paganismo. El catolicismo que se originó con Constantino, ha estado involucrado en el ocultismo desde entonces, no sólo al adaptar las prácticas paganas de cada uno de los lugares en donde se propagaba, sino ahora en forma más abierta bajo el ecumenismo del Papa Juan Pablo II. Los evangélicos en su nuevo compañerismo con Roma de la misma manera han quedado expuestos abiertamente a la invasión ocultista.
Las sectas científicas de la mente, tales como ciencia cristiana, ciencia de la mente, ciencia religiosa y las escuelas de unidad cristiana, abiertamente han abrazado el ocultismo. Este ocultismo ha invadido las iglesias carismáticas y pentecostales en Estados Unidos, a través del movimiento de la confesión positiva, propagado por los señores Hagin, Copeland, Cho, Wimber, Hinn y otros falsos profetas y sanadores. Este mismo ocultismo "positivo" difundido por los señores Peale, Schuller y sus seguidores, se ha extendido en la iglesia evangélica norteamericana, llegando hasta Centro y Sur América. La psicología cristiana, las prácticas relacionadas con la sanidad interior o sanidad de los recuerdos y su programa de los doce pasos, han contribuido asimismo y acelerado la invasión.
Todas estas corrientes ahora se están uniendo a través del movimiento ecuménico. Su alcance es sin precedentes en la historia humana. Lo que estamos viendo sólo puede ser la gran apostasía que dijo Pablo que vendría para que pudiera revelarse el Anticristo y manifestarse "el día del Señor". Todo lo que falta para que termine por triunfar la invasión ocultista es el establecimiento de un nuevo Orden Mundial en compañerismo con la religión. Uno tendría que estar ciego para no ver que el nuevo orden que heraldizará el presidente norteamericano George Bush y el papa, está ya sobre nosotros.
Son bien pocos los que están haciendo sonar la alarma y más pocos aún quienes escuchan las advertencias. Tal como esta que diera John Goodwin, ex-pastor de la Iglesia Vineyard. El pastor Goodwin después de ser ocultista recibió a Cristo, llegando a ser pastor de la Vineyard, sólo para descubrir finalmente que esta iglesia estaba involucrada en las mismas prácticas ocultistas que había abandonado. Y dice el señor Goodwin en su libro publicado en inglés Probando los frutos: "Era pastor de Vineyard y según las propias palabras de John Wimber, 'podía hacer cualquier cosa... en cualquier lugar y hora...' Estaba sincronizado con lo que John estaba enseñando... Literalmente había asistido a cientos de conferencias de Vineyard... Estoy aquí para explicar que esto es parte de la herejía de los últimos días, que está llevando a la iglesia hacia el Nuevo Orden Mundial... Todo es parte del sistema del anticristo de una iglesia, un gobierno y una economía mundial".
Dave Hunt
No hay comentarios.:
Publicar un comentario