sábado, 12 de diciembre de 2015

La filosofía humanista en la educación pública



La filosofía de la educación ha cambiado drásticamente a lo largo de los años. Arrastrados por una agenda humanista, los límites que en un tiempo marcaban la diferencia entre lo bueno y lo malo, ya no existen.

Algunos educadores están preocupados porque estamos produciendo una generación de estudiantes que creen que incluso hasta los sacrificios humanos son algo moralmente relativo. Pero... ¿Realmente está ocurriendo esto? ¿Dónde acabará?

Según un artículo publicado en U. S. News & World Report titulado «Un holocausto sin culpables», el no juzgar se ha convertido en un problema creciente en las escuelas en Estados Unidos. John Leo, el autor del artículo expresó su preocupación declarando: «Los estudiantes están renuentes a oponerse a los grandes horrores morales, incluyendo los sacrificios humanos, la persecución étnica y la esclavitud, porque consideran que nadie tiene el derecho a criticar el punto de vista moral de otro grupo o cultura».

Kay Haugaard, una escritora independiente que enseña literatura creativa en el Pasadena College en la ciudad de California, también expresó preocupación. En un artículo escrito en la Crónica de Educación Superior, ella declaró que sus estudiantes actuales tienen mucho problema para expresar cualquier reserva moral u objeción cuando se les pide que discutan el tópico del sacrificio humano. Basando su razonamiento en las enseñanzas, de que la ética depende de la situación y del relativismo moral, los estudiantes dicen, «que les queda muy difícil condenar los sacrificios humanos porque los aztecas los practicaban». O considere lo que Christina Sommers, profesora de filosofía en la Universidad Clark en Massachusetts ha observado: «Los estudiantes que no pueden condenar el Holocausto, a menudo le dirán con franqueza que tratar a los seres humanos como si fueran superiores a los perros o a los roedores es inmoral».

El término «absolutofobia» se ha puesto de moda para describir la renuencia actual en nuestra sociedad para decir que algo está equivocado. Claro está, ya que de acuerdo con los humanistas, no hay normas ni valores morales absolutos. Basados en este punto de vista, ¿no debería cada uno tener el derecho a hacer cualquier cosa que cree sea correcta de acuerdo con su propio punto de vista?

Es interesante ver que U. S. News & World Report publique un artículo revelando la profundidad de la depravación en el cual ha caído nuestro sistema educativo. Para un cristiano que confía y cree en la Biblia, la absolutofobia no es algo sorprendente, es la realidad de un mundo caído.

Cuando un individuo o una sociedad remueve a Dios de su pensamiento, creen que ya no tienen que rendirle cuentas a nadie. De hecho, los humanos tienen la libertad para imponer sus propias reglas. La Biblia indica que lo que está ocurriendo hoy en nuestra sociedad ya ocurrió antes. Tal como leemos en el libro de Jueces: "En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía" (Jue. 17:6).

Tal vez ha llegado el tiempo para revaluar el programa de clarificación de valores y para que otros expresen su preocupación acerca del peligro de seguir enseñando en las escuelas que la "ética depende de la situación". Recuerde lo que le ocurrió a los aztecas quienes practicaban el relativismo moral, todos están muertos. El producto final del sacrificio humano es la muerte. ¡Y eso es absoluto!

Roger Oakland

No hay comentarios.:

Publicar un comentario