sábado, 12 de diciembre de 2015

La mezcla de Error y Verdad



El hecho de que el creyente pierda de vista la verdad de la Palabra, puede  llevarle a aceptar un error, y así es como uno se aparta de la Verdad. Himeneo y Fileto no habían comprendido la posición del creyente como estando muerto y resucitado con Cristo (1 Timoteo 1:20; 2 Timoteo 2: 16-18). Ellos torcían algunas Es­crituras, diciendo que la resurrección ya se había efectuado. Se apar­taban de la verdad e inducían a las almas al error. Del mismo modo oímos, a veces, a personas que hablan de tal o cual verdad cristiana, y por, este motivo se les sigue y se les aprueba. Pero basta que aquellas personas admitan un solo error para que haya peligro de que apar­ten a otras de la Verdad, como hicieron Himeneo y Fileto, quienes «trastornaban la fe de algunos.» Como se ha dicho muy acertada­mente, las peores  herejías provienen generalmente de una doctrina de la Palabra, sacada de su lugar o contexto.

Estemos alerta, hermanos; mezclar el error y la verdad ES LA OBRA DEL ENEMIGO, y al hacerlo, él propaga errores  que acaban por apartar a los santos de la Verdad. Concédanos el Señor una santa energía para velar y luchar para   que EN EL SENO DE LAS ASAMBLEAS, los hermanos rechacemos toda mezcla de error y de verdad, y guardemos la Verdad en toda su pureza. Velemos en cuanto a lo que leemos, hermanos. Si en un libro vemos que el error va mez­clado con la verdad, RECHACÉMOSLO SIN VACILAR: no es, no puede ser la Verdad de nuestro Dios. Si acaso estamos en contacto, o nos hallamos con un grupo de cristianos entre los cuales se tolera, o se propaga, la influencia del error sobre la verdad, DEBEMOS APARTARNOS, y cortar este contacto. Hay peligro permanente para los cre­yentes si no permanecen en la Verdad.

(a. r.) 1949

Revista "VIDA CRISTIANA", Año 1959, No. 41.-

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