domingo, 17 de enero de 2016

¿Estan las películas cristianas apartando a los evangélicos de la Palabra Dios?



Por increíble que parezca, la iglesia evangélica hoy está siendo arrastrada progresivamente a la idolatría, conforme se aparta cada vez más de la Palabra de Dios y se vuelve a las imágenes visuales.  Una de las metas de las Sociedad Bíblica Americana es dramatizar la Biblia en video para la generación actual orientada visualmente, la cual tiene muy poco interés en la lectura.  La película Jesús, una representación dramática del evangelio de Lucas, ha sido el elemento básico en las Cruzadas Estudiantiles de los evangélicos en el exterior.  La propia película católica La pasión de Cristo, se convirtió en un éxito de taquilla en gran parte debido al apoyo abrumador que recibió de los evangélicos.  Organizaciones conservadoras bíblicas tales como El Evangelio para Asia, están usando la producción cinematográfica de Hollywood de Mel Gibson como parte de su programa para alcanzar a inconversos.  Millones de DVDs de La pasión de Cristo fueron comprados por iglesias evangélicas para sus escuelas dominicales, estudios bíblicos y reuniones de grupo.

     Recientemente se estrenaron películas como La historia de Navidad y Una noche con el Rey, usando como compañeros en la evangelización a los corruptos productores de Hollywood.  Un pastor, cuya iglesia compró el cupo entero de una sala de cine para una exhibición privada de La pasión de Cristo, sólo vio una conversión: la de su propio arrepentimiento.  El pastor sintió tal convicción al advertir que en lugar de estar contribuyendo con su iglesia, estaba “apoyando a Hollywood”.  Con todo lo grave que fue esto, al igual que su arrepentimiento, lo cierto es que este pastor no entendió cuán serio es tratar de representar la Palabra de Dios en una forma dramatizada visual, estando por lo tanto vulnerable a repetir el mismo error de idolatría visual.

     Esta no es una condenación general en contra de las películas o videos, sino que no se deben usar películas para presentar las Escrituras visualmente, sin pecar de ser idólatra.  Las imágenes son históricamente falsas, no sólo provienen de la imaginación de un escritor o un director de cine, sino que también se conforman a la mecánica de los medios noticiosos, los actores, la cinematografía, el arte, la música, las luces, los efectos de sonido, etc., todo lo cual está designado para manipular los sentidos y las emociones con propósitos dramáticos.

     Las películas bíblicas son una tendencia actual que está contribuyendo a apartar a los evangélicos de la leche de la Palabra y producir analfabetos cristianos.  Esto es especialmente cierto en relación con nuestra juventud orientada visualmente.  Son muchos los movimientos dentro del cristianismo evangélico que se están apartando agresivamente de la Escritura, volviéndose a la idolatría y la experiencia.

     Servimos a un Dios misericordioso que puede rescatar a un alma, incluso de las circunstancias más tenebrosas, pero quien a pesar de su gracia, no apoya la religiosidad de los hombres que tratan de servirlo de acuerdo con sus propios métodos.  Un Dios que ha dicho: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.  Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Is. 55:8, 9).  De acuerdo con el grado que nos desviemos de sus caminos, estamos cayendo en la idolatría.  Tal como explicó Jesús: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Jn. 4:24).

T. A. McMahon

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