… [Cristo] es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia. (Colosenses 1:18)
Cristo es el Único en que Dios encuentra todo su deleite. Él es el centro de sus consejos, Aquel en quien todas las cosas se reúnen y se mezclan en una manifestación armoniosa de la Gloria de Dios. Es para nosotros entonces, encontrar también todas las cosas en Cristo, si somos de una mente con Dios, por que Él es el único que puede realmente satisfacer las necesidades del corazón humano. Cristo, como el Primogénito de entre los muertos, es la cabeza de la nueva creación. Por lo tanto todo lo que es de la nueva creación será encontrado en relación con Él. Para el nuevo hombre, Cristo es todo, y todo se centra en Él. Quienes creemos en Él somos de la nueva creación, y nuestro crecimiento en esto, depende de hacer a Cristo nuestro todo.
El hombre devoto para quien «Cristo es Todo», estará preparado para decir, “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21). La muerte sólo nos hace estar ausentes del cuerpo, más presentes con el Señor, condición que es “muchísimo mejor” (Filipenses 1:23). Tenemos que tener cuidado de estar ansiosos por la muerte o sobre cualquier otra cosa, para que podamos libremente, “en todas las circunstancias, por medio de la oración y la plegaria, con acciones de gracias”, dar “a conocer vuestras peticiones a Dios” (Filipenses 4:6 V.M). Cuando Cristo no lo es todo, ¡cuanto en nuestras vidas es roto, y se torna completamente inútil, incluso pecaminoso! ¡Cuidado! Por otro lado, cuanta bendición hay cuando uno es capaz de llevar todo a Dios en oración y acción de gracias.
Si Cristo lo fuera todo, todas las flechas de ansiedad con que el enemigo cuidadosamente podría perforar nuestras almas, podrían ser desviadas y habría calma imperturbable. Entonces todo hombre podría ver que poseemos lo que verdaderamente satisface el corazón. J. Bloore Fija seriamente nuestra mirada solamente, en Ti, Señor. Que, con tu belleza ocupados, nada podamos ver en otro lugar.
C. A. Bernstein
Traducido de "The Lord is Near"
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