Una imagen harán de la bestia, y todos los que no se postren y la adoren, y a través de ella al Anticristo como Dios, serán asesinados (Apocalipsis 13:15). Esa era la práctica en el antiguo imperio romano. Por lo tanto se nos dice que también se restablecerá la religión de Roma con su culto al emperador. De hecho, la religión no sólo debe estar involucrada en el nuevo gobierno mundial del Anticristo, sino que debe ser el factor predominante, puesto que Satanás, quien controla tanto al Anticristo como al restablecido imperio romano, es “el dios de este mundo” (2 Corintios 4:4) y desea su adoración con verdadera pasión. La mujer que cabalga la bestia según el capítulo 17 sin duda representa esa religión mundial, como lo veremos en seguida.
La religión fue siempre el elemento dominante en los antiguos imperios mundiales, incluyendo los cuatro imperios descritos por la imagen de Nabucodonosor y las cuatro bestias de Daniel. Durante miles de años los consejeros íntimos de los gobernantes fueron los sacerdotes, adivinos y hechiceros, y en la mayoria de los casos fueron el poder verdadero detrás del trono, manipulando a los soberanos mediante la “magia” y consejos engañosos. La ciencia también tiene sus raices en el ocultismo, comenzando en la astrología y la alquimia. El materialismo, el escepticismo y el ateísmo son de orígenes bastante reciente y serán sumergidos en la marejada del renovado intentés en la “espiritualidad“, que ya está cobrando ímpetu exactamente como Jesús lo predijo para los últimos días (Mateo 24:4, 5,11, 2A)
El ateísmo no es la principal arma de Satanás en su campaña para engañar a la raza humana a fin de que lo sigan a él, El diablo mismo no es ateo, porque su gran ambición “…y seré semejante al Altísimo [es decir, Diosl" (lsaías 14:14), en si misma reconoce la existencia de Dios. Satanás quiere ser adorado como Dios, pero como no es un ser físico carente de un cuerpo propio, tendrá que conformarse con recibir esta adoración median te el hombre que lo represente, el Anticristo.
Como “el dios de este mundo”, el arma de Satanás es las religiones falsas y las promesas engañosas que ellas presentan, las cuales desvían a los que las creen del conocimiento de la verdad de Dios. El hecho de que la religión jugará un papel dominante en el imperio romano restaurado, como en los tiempos antiguos, está claramente descrito por el hecho de que la mujer, quien representa la nueva religión mundial, ha montado la bestia y está sujetando sus riendas.
Dave Hunt
Tomado en parte del libro "Una Mujer Cabalga la Bestia"
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